Muchos caminos siguen conectando la verde isla del corazón, veredas, atajos, senderos y caminos reales, ayer transitados por nuestros abuelos por razones preferentemente de trabajo, y hoy por los paisanos amantes de la naturaleza y el deporte y por los más variados visitantes. Muchos caminos, acertadamente rehabilitados, y cuidados permiten disfrutar el excepcional paisaje palmero desde la ruta de los volcanes hasta Marcos y Cordero o Los Tilos, buena muestra de la isla marcada por la impresionante caldera de Taburiente. Más allá de los caminos, desde hace bastantes años, las carreteras y pistas forestales comenzaron a serpentear la quebrada tierra palmera, en un desarrollo progresivo, con la introducción de los vehículos mecánicos, junto a la carretera general que, lentamente, iba alcanzando un pueblo tras otro. Pero la apertura de las vías de comunicación, esenciales en toda economía, se iba haciendo con manifiesto desequilibrio entre las diferentes zonas, más significadas fuera del eje central de la isla, como bien pone de relieve el interesante libro "La Palma, la Isla Amputada" de Gonzalo Hernández Sánchez. La deficiente comunicación interior de la isla, limitadora del progreso económico y social, ha venido marcada, entre otras causas, por esa carretera general de circunvalación incompleta con el olvido de un pueblo, Garafía, que producto de su aislamiento ha pasado a ser el municipio con menor renta de Canarias. Una desacertada frase, en espontánea conversación de un destacado cargo del Cabildo Insular, en los años setenta del pasado siglo: “la isla de La Palma acaba en Barlovento”, reflejaba, tristemente, la realidad de entonces, por dolorosa que fuera para los garafianos. La conexión exterior, por carretera, de Garafía, salvando los profundos barrancos de Gallegos y Franceses, se logró en 1959 con la llegada de la guagua, que para casi todos en Santo Domingo era inseparable a su mecánico y conductor, nuestro entrañable Soto. Este acontecimiento supuso solo una alegría momentánea, pues el año del Plan de Estabilización, que marcó el despegue económico nacional, fue el mismo en el que se inició la decadencia de nuestro pueblo, que había alcanzado su máxima expansión demográfica con más de cinco mil habitantes. Hoy la población envejecida no alcanza la cifra de dos mil. A Garafía llegaba la guagua, en un trayecto desde Santa Cruz de La Palma de cinco horas, pero no lo hacía por una vía amplia como al resto de los pueblos, sino por una pista forestal, porque la carretera de circunvalación de la isla, que se acercaba por los dos municipios limítrofes, paró su avance hasta mejores tiempos. Desde entonces el sueño con los más variados comentarios pasó de padres a hijos sin que hubiera un feliz despertar, en el que la palabra proyecto fuera sustituida por término realidad. El anuncio oficial, por el que se hace pública la Resolución de 24 de noviembre de 2022, por el que se somete al trámite de información pública el proyecto de carretera LP-1, tramo Las Tricias-Llano Negro, término municipal de Garafía, ha llenado de gozo este cantón palmero, el lugar de Tagalgen. La apertura de un periodo de alegaciones para unir el tramo Las Tricias con Llano Negro y enlazar la carretera general, que viene por un lado de Puntagorda y por otro de Barlovento, permite presentar cuantas sugerencias se estimen convenientes para que la vieja y nueva carretera de Garafía, que es la carretera de La Palma, sea una realidad. El manifiesto sentir general de los garafianos no debe ser empañado, después de tantos años de espera, con confusos y confundidos mensajes que obedezcan a intereses ajenos a la identidad del pueblo, con independencia de las razonadas discrepancias propias de la ciudadanía de una democracia madura. La opinión crítica debe enriquecer el proyecto con la base común de preservar el medioambiente y cuidar nuestra naturaleza, respeto del que han dado muestra los garafianos, generación tras generación, en sus campos y en sus montes. Quienes han llegado en los últimos años atraídos por el aislamiento de estos lugares, donde imperan los bellos parajes, en gran parte abandonados por diversas causas, entre las que no ha sido ajena la incomunicación y la carencia de una carretera general, han podido comprobar el tratamiento respetuoso de nuestros hombres y mujeres del campo. Integrados más en el paisaje, primero en Buracas y luego en Los Lomitos, entre otros lugares, y menos en el paisanaje, están llamados, también, a corresponder respetuosamente con la identidad de este pueblo, del que ha formado parte ese sueño de una carretera general como algo propio desde hace casi un siglo. El aporte de la mayoría de los que han llegado en los últimos tiempos, que ama y respeta la naturaleza, no puede mezclarse con pretensiones colonizadoras de algunos que, por un modo de vida ajeno al de nuestra gente, condene eternamente a Garafía al último lugar de los pueblos de Canarias. Es un deber del garafiano, consecuente con la lucha de sus antepasados, continuar la brega para lograr que esta Villa esté a la par de los demás municipios. Asistido por la permanencia de mi vínculo garafiano, a lo largo de mi carrera profesional, desarrollada en ocasiones en tierras lejanas, considero estar legitimado para levantar la voz y defender lo que constituye un legado fundamental. Estimando de aplicación la célebre frase “ask what you can do for your country”, presto mi colaboración a nuestros representantes para lograr el importante objetivo de una carretera general de circunvalación para La Palma, al mismo tiempo que pido ayuda solidaria a cuantos valoren este pueblo. Ahora se puede hacer realidad la carretera soñada, la carretera cuyo proyecto, desde hace muchas décadas, marcaba los descreídos comentarios de los garafianos, cuando el tiempo transcurría, sin que aparecieran las dotaciones económicas, o se desviaron las previstas, para que esa carretera general avanzara de un lado u otro. Ahora tratamos de algo nuevo, la carretera general de La Palma, tramo de Garafía, que no es tan nuevo. Ahora examinamos los detalles de un proyecto riguroso, que reduce la superficie afectada respecto al anterior, proyecto necesario y justo para sus habitantes, largamente esperado, con grandes beneficios para la isla entera, y con los mínimos perjuicios que deben ceder ante el interés general o el bien común. Por ello, la primera alegación, una vez leído el riguroso y detallado proyecto, debería ser: enhorabuena. Según el refranero, nunca es tarde si la dicha es buena, y éste es un buen momento para que la isla herida por su propia naturaleza con el impacto del volcán 'Cumbre Vieja" recobre su histórica pujanza y protagonismo en el Archipiélago. Carretera general que acerca, conectando localidades en cinco minutos, en las que ahora se tarda cerca de tres cuartos de hora, como sucede entre El Castillo y Los Lomitos, carretera general que ofrece seguridad medioambiental, por ejemplo, constituyendo una barrera contra el fuego y favoreciendo la lucha en casos de incendio, carretera general que facilita el traslado de accidentados o enfermos graves en casos de urgencia, carretera general que acerca el campo a la ciudad y favorece a campesinos y ganaderos, entre otros, con la oferta de productos de alto valor ecológico, con su famoso queso garafiano, carretera, en definitiva, de gran valor económico y social para la zona, sueño despierto de nuestros padres. Mirar con visión localista esta nueva carretera, vieja en la mente de la mayoría de los garafianos, sería un grave error y un imperdonable perjuicio para el progreso de la zona. Ni La Palma es tan grande para excluir a su segundo municipio en extensión geográfica, ni Garafía es tan pequeña para caer en la insignificancia, porque, además de la realidad socioeconómica, el vínculo histórico del pueblo con la isla, con el aporte del legendario Baltasar Martín y la contribución incuestionable de gran valor democrático de Anselmo Pérez de Brito, no puede ser barrido por el aislamiento y el olvido, cuando más fácil es potenciarlo y mayor el deber de mantenerlo. La Palma es un conjunto que la naturaleza y la historia impiden su mutilación, más allá de lo que la propia geología marque. La atención prioritaria a las zonas directamente afectadas debe entenderse en un desarrollo armónico de la isla y el motor económico de Los Llanos de Aridane no alcanzará un elevado rendimiento sin esa comunicación interior que acerca los puntos de doble incidencia, aporte y consumo. Al mismo tiempo, perfeccionar la comunicación exterior será vital, facilitando los desplazamientos a la isla de turistas y demás foráneos, que valorarán indudablemente la conexión interior de los bellos e impresionantes parajes de esta tierra benahoarita. Garafía espera el apoyo general, como ocurrió hace décadas en aquella gran manifestación en Santa Cruz de La Palma en 1988 a favor de la carretera general. Garafía muestra su satisfacción por ser el municipio que alberga uno de los tres complejos astronómicos mejores del mundo, pero unas deficientes infraestructuras empequeñecen lo que es grande, la carretera general facilitará múltiples accesos, como debe ocurrir con el correspondiente al Roque de los Muchachos. Aquí no se dan puntadas sin hilo y puede ser que se haya elegido el momento político oportuno. Nada que objetar, todo lo contrario. Si el ciudadano debe alzar su voz crítica para poner de relieve los problemas sin resolver, aunque sus representantes no siempre lo entiendan como un aporte fundamental para pasar de la promesa a la acción, el mismo ciudadano nada pierde por reconocer los aciertos a sus políticos, cuando impulsen las apropiadas medidas de fomento. En una democracia madura, queremos creer que ese es nuestro camino, en el que toca, unas veces, alzar la voz y otras asentir. Ahora es la hora de un renacer para La Palma, de la dura lucha, tras las horas trágicas vividas, como consecuencia de la última erupción volcánica, de un relanzamiento imprescindible si los palmeros no queremos caer en la irrelevancia. Respecto al logro la carretera general, solos los garafianos no podemos y por ello necesitamos en este empuje al resto de los palmeros, de los canarios, de los españoles y foráneos atraídos por estas tierras. Garafía casi nada es sin la isla, los palmeros sin Garafía son menos palmeros. El sueño de ayer, la esperanza de hoy, y la carretera de circunvalación del futuro forman una conjunción que levantará a Garafía, en particular, y fortalecerá a La Palma en general. Hoy pedimos un apoyo concreto y fundamental para la carretera al resto de los palmeros, a los canarios y a cuantos quieran solidarizarse con esta isla y con este pueblo. Este es el momento para que Garafía supere su abandono y para que La Palma deje de ser la isla amputada.
13 Comentarios
Lourdes Hernández Rodríguez.
12/1/2023 07:58:06 pm
Estoy de acuerdo con la solicitud
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Roberto Rodriguez
12/1/2023 08:48:52 pm
Estoy de acuedo con la mejora de la carretera para el progreso de Garafia
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Domingo Hernández Martín
13/1/2023 12:05:19 am
Al nacer en una isla, La Gomera, en un pueblo, Hermigua, En el año 40, sè del
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Carmen Julia Fernández del Pino
13/1/2023 08:45:00 am
Me ha gustado mucho este artículo, porque el municipio de Garafía necesita estar mejor comunicado con el resto de los municipios de la isla de La Palma y así recuperar la economía que antaño tenía.
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Aurelio Santana
13/1/2023 09:41:44 am
Gracias Manuel. Brillante artículo para reivindicación tan necesaria.
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Conchita
13/1/2023 10:47:14 am
,👍👏Mi apoyo total.
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Oswaldo Izquierdo Dorta
13/1/2023 12:27:16 pm
Al hilo del agudo análisis sobre el estado de la red de carreteras de La Palma, siempre enfrentada a poderosos obstáculos geológicos, en otros tiempos insalvables, expuesto en el libro "La Isla Amputada" de Gonzalo Hernández Sánchez, este excelente artículo de Manuel de los Reyes hace hincapié en la urgente necesidad de completar la carretera de circunvalación, dando múltiples e irrebatibles razones para atender está vieja y justa aspiración de toda la Isla, ya que, a toda ella beneficiaría
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13/1/2023 03:21:25 pm
Apoyo y suscribo totalmente el escrito, como bagañete, palmero y ciudadano de este mundo. Espero que la buena gente no se deje llevar por la falsa progresía
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Osmundo Díaz González
13/1/2023 11:21:52 pm
Considero necesario reivindicar la carretera de circunvalación pues permite sacar a Garafía de su aislamiento y contribuye a una más justa integración en el desarrollo económico y social de la Isla de La Palma. No puedo estar más de acuerdo con los términos que expresa D. Manuel de los Reyes en su escrito por su profundo conocimiento de la realidad económico social de Garafía. Mi opinión se fundamenta en el conocimiento que deriva de haber estado trabajando en La Palma en el ámbito de la educación y de numerosas estancias vacacionales.
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Carmen Pilar Bayo
14/1/2023 08:03:30 am
Felicidades! Me alegro mucho de que por fin se cumpla un sueño y se acabe con una injusticia. La Palma dejará de ser una isla amputada para beneficio de todos.
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Joaquín Nieto Reguera
14/1/2023 08:51:50 am
Excelente artículo para una necesidad justificada. La lucha del pueblo es la fórmula para conseguir las necesidades que la dejadez y el olvido condenan a los ciudadanos. Espero y deseo que se cumplan los objetivos y se haga justicia. Un abrazo fuerte y ánimo en el empeño.
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Magna Vega
17/1/2023 08:37:20 pm
!Excelente artículo! Mi apoyo absoluto a Garafía y al proyecto de carretera LP-1. Una vía necesaria para vertebrar el desarrollo de este municipio y para mejorar la comunicación en la isla.
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Hombre
18/1/2023 09:04:20 am
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